Un lugar así era la Buissonnière para nosotros. Además, para nosotros no fue solo un destino de vacaciones, ¡sino el destino de nuestro viaje de novios! Por ese motivo es extraordinariamente especial que, desde octubre de 2016, seamos nosotros los dueños de este lugar de vacaciones. En nuestra opinión, este lugar lo tiene todo: ¡es un sueño convertido en realidad!

 

Cuando la gente nos pregunta cómo se nos ocurrió la idea, la respuesta es fácil: «Sencillamente, fue algo que se cruzó en nuestro camino». Parece raro, pero así fue. Emigrar era el sueño de Karen y la pesadilla de Rob, bromeamos frecuentemente. Además, no nos faltaba nada en la vida: una bonita casa, familia y amigos cerca, deporte y aficiones. Así que nuestra partida no era algo lógico.

 

Rob trabajaba a gusto en Eindhoven y Karen estaba buscando un nuevo reto. Dijntje tenía seis años y Cato tres bien cumplidos, así que estaba a punto de ir al colegio. En aquella época, consideramos los planes más descabellados, hasta que una noche del verano de 2015 nos enteramos de que la Buissonnière estaba en venta. Se nos presentó una oportunidad y no la desaprovechamos, ¡no hay que dudar, sino actuar! Nos dijimos: «Ahora o nunca».